Triste noticia, demasiado

Ha muerto Juan Antonio Cebrián. Ese gran periodista que deleitaba a las aves nocturnas en la radio española (gracias a Internet a más de uno que no lo era).

Cebrián era un maestro de la buena radio. Sus programas estaban muy bien hechos y eran todo un deleite para los buenos aficionados al medio radiofónico. Tocaba temas de todo tipo y sus tertulianos eran unos auténticos cracks y especialistas en diversas materias en su Rosa de Los Vientos (ahora en Onda Cero).

Mi pena es tremenda. Estoy muy jodido. De las últimas pérdidas (de esas que no le tocan a uno, que no te es directa) quizá sea la que más me ha dolido. Sufrimos una pérdida brutal. Ha muerto de un infarto. Y es que su corazón era de esos que sufrián en la lucha por hacer las cosas bien. También fue un estupendo escritor que adoraba la historia (algo palpable en sus programas y secciones del mismo).

Para consolarme recuerdo las numerosas webs que existen en las que podremos descargar sus programas, sus benditos programas de radio. Su legión de fans es numerosísima, verdaderos fieles.

No os lo váis a creer pero estaba colgando un monográfico de Tolkien sin saber que había fallecido. De hecho lo tenéis en mi reproductor ipodmatic más abajo, aunque el nombre no sale bien, el el track 1 llamado incomprensiblemente; justo encima de Biografía Tolkien. Hace poco en Periodista Digital le hicieron una entrevista de siete minutos:

Además según dicen era una persona adorable. Seguro que donde esté estará más feliz, como él decía, que una lombriz.