Este domingo hubo un conciertazo en Murcia. Estuvo en nuestra tierra la vocalista de los Cranberries presentando su disco en solitario. Tres cuartos de entrada en el Auditorio.
Podrás ser rockero (me dicen que lo de Testla en Madrid el viernes fue cosa fina), jevota, rapero o tecnata pero es irrefutable que la voz de Dolores es una de las más interesantes de los últimos quince años en el mundo de la música.
Dolores (36 años) estuvo muy cercana, hasta salió a cantar al patio de butacas paseando por uno de los pasillos. Nadie la atosigó, la dejaron caminar tranquila. La gente demostró que adora a la irlandesa y la prueba fue que la de Limerick no necesitó seguridad mientras cantaba a nuestro alrededor. Gracias a ello se ganó al respetable. Éramos pocos pero muy buenos. Demostramos que había también calidad en las butacas (es deprimente que con tal recital musical en Murcia y unos precios tan baratos el público no responda).
Y es que Dolores es una tía normal, campechana, muy irlandesa y nada diva. Sigue siendo como la llamaban en el Instituto: "La chica que escribe canciones" - Simplemente. Fue vapuleada por la prensa sensacionalista británica y decidió enterrar el hacha (como reza uno de sus discos). Esas peleas no le van. No pudieron grabar nada los medios de comunicación. Para ella no pintan nada, lo suyo iba contigo y conmigo, con sus fanáticos. Y la irlandesísima lo consiguió. Ambientó el Auditorio, lo hizo suyo y nos llevó a su mundo lírico, a su planeta de susurros y gritos desgarrados. Es una ARTISTA con todas las letras.
O'Riordan y su grupo empezaron fuerte. El primer bombazo fue 'Zombie'. Le siguió la maternal 'Animal Instinct' (lo que habrá sonado este tema en las emisoras de radio). Mi predilección por 'Linger' (un crudo lamento al sentimiento provocado cuando alguien te es infiel) fue reafirmada tras escucharla en directo. 'Ode to my family' es una canción muy irlandesa pero también muy española, y por eso su letra se traduce sólo con la música y la voz de Dolores, una proeza. La barrera idiomática no fue tal para hacernos llegar a todos que esa oda al recogimiento trata sobre la calidez de una familia.
Del nuevo disco funcionaron todas las canciones: la potente 'Loser', la severa 'When we were young', el baladón lleno de matices vocales 'Apple Of My Eye' y la enigmática y envolvente 'Black Widow' (un cuento musical onírico que nos transportó a todos a brujolandia). La madura 'Angel Fire' fue el segundo tema del concierto y una reivindicación clara de que hay mucha Dolores más allá de los Cranberries. Mi intocable del 'Are you listening?' sonó de lujo, flauta en mano 'Human Spirit' fue un promenade por la música tradicional 100% irish.
El éxtasis murciano llegó cuando tocaron 'Salvation'. Todo Dios enfervorizado y pegando botes sobre el estribillo de un tema que es la apología del no a la drogadicción. Me volví literlmente loco con el 'Salvation' (seguro que mi amigo Torrecillas también, ¿verdad Javi?).
Estupenda la interpretación del 'I can't be with you':
No me cautivó tanto como al resto 'Promises'. Para mi gozó cayó 'Ridiculous Thoughts' que siempre ha sido una de mis favoritas. El cierre fue 'Dreams' de su primer disco. Una canción que les abrió las puertas en Estados Unidos y que les sirvió para que en Europa reconsideraran su potencial. Precioso, sentimental y coreadísimo final.
La noche del 4 de noviembre de 2007, Dolores O'Riordan nos salvó con su música del a veces horrible mundo que tenemos que capear. Y por solamente 24 míseros euros.
2 comentarios:
Magnífica crítica; aunque no pude ir me has transmitido, una vez más pintando con palabras, tu sensibilidad musical. Sigue así y acabaré llamándote maestro jejeje. Un abrazo.
Muchas Gracias. Intenté acercarme lo más que pude a lo que fue el concierto del domingo. Dolores es una diosa en el escenario.
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