miércoles, 11 de marzo de 2009

Un buen maestro: Jesús Martínez

No sé si sigue dando clase pero de mi paso por la universidad es de quien mejor recuerdo guardo. Aquí en Murcia me enseñó Comercio Electrónico y otras asignaturas sueltas. Jesús sabía sacarle a cada alumno lo mejor de sí mismo, sus ejemplos eran claros y temas soberanamente aburridos sabía venderlos ante una audiencia pendiente de todo menos de su asignatura.

El profesor en cuestión es un crack. Noble, justo, honesto y de esas personas que en la cara se les ve que son buenas personas. No buscaba poner ningún listón, no le encontrabas en el porte o en su rostro un mínimo aire chulesco de suficiencia (muchos profesores son expertos sólo en eso, así les va), su objetivo era que el alumno aprendiera. A él le importaba un pimiento la teoría, iba a la teoría aplicada a la práctica, que era de lo que se trataba su asignatura.

Ahora que estaba recorriendo mi memoria ha aparecido uno de esos casos profesoriles que me enfadaban. Grupos ingentes de alumnos comentando que tal profesora era genial y tal. La sujeta en cuestión se dedicaba a dictar apuntes, gastar alguna bromilla, sonreir todo lo que podía y ya está. Y por eso ya era guay. De guay nada porque eso lo sabría hacer cualquiera y sin embargo otros maestros de los que enseñaban de verdad, con los que había que pensar y hacían universidad con mayúsculas quedaban como ogros... El mundo al revés. A veces me sentía un completo extranjero en la universidad.

No hay comentarios: